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Una batalla legal poco conocida enfrentó a la gigante estadounidense Nike con una empresa española de perfumes. La marca española, fundada en 1929, utilizaba el nombre “Nike” para sus fragancias, mucho antes de que la marca deportiva existiera. El nombre, inspirado en la diosa griega de la victoria, bautizaba una línea de productos de higiene personal.
En los años 90, la empresa de perfumes intentó una colaboración con Nike, la cual fue rechazada. Posteriormente, lanzaron sus perfumes al mercado bajo el nombre “Nike Sports”, lo que generó confusión entre los consumidores.
La multinacional estadounidense demandó a la empresa española, alegando que esta causaba confusión en el mercado y se beneficiaba del éxito de la marca Nike. Nike demandó el cierre de la empresa española y la prohibición del uso de la marca.
Sin embargo, la empresa española logró defender su posición, ya que sus derechos de marca estaban establecidos con anterioridad a la fundación de la marca deportiva. Como resultado, la empresa de perfumes pudo continuar sus operaciones, aunque se le prohibió el uso de la palabra “Sports” en su marca.
Este caso legal destaca la importancia de la protección de las marcas y la necesidad de una clara diferenciación en el mercado para evitar confusiones entre los consumidores.