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En un enfrentamiento crucial de la semana 13 de la NFL, los Philadelphia Eagles demostraron su poderío al derrotar a los Baltimore Ravens con un marcador final de 24-19. El partido, que se disputó el 1 de diciembre de 2024, fue una batalla reñida entre dos equipos considerados contendientes al Super Bowl.
Los Eagles, mostrando una gran capacidad de reacción, lograron remontar una desventaja inicial de nueve puntos en el primer cuarto. La clave de su remontada estuvo en la conexión entre Jalen Hurts y Dallas Goedert, así como en una acertada carrera de una yarda del propio Hurts. Mientras tanto, los Ravens enfrentaron problemas con la imprecisión de su pateador, Justin Tucker, quien falló dos goles de campo cruciales y un punto extra.
Al descanso, los Eagles mantenían una ligera ventaja de 14-12, dejando el partido completamente abierto para la segunda mitad. Fue en el último cuarto donde se definió el encuentro. Saquon Barkley brilló con una carrera de 25 yardas hasta la zona de anotación, golpeando duramente a los Ravens y cambiando el rumbo del partido.
Con el tiempo corriendo en contra, los Ravens, liderados por Lamar Jackson, se vieron obligados a buscar jugadas rápidas y arriesgadas, pero la defensa de los Eagles se mantuvo firme. Finalmente, Jake Elliott selló la victoria de Philadelphia con un gol de campo, mientras que Baltimore logró un touchdown al final del partido para maquillar el marcador.
Con esta victoria, los Eagles extienden su racha ganadora a ocho partidos consecutivos, consolidándose como uno de los equipos más fuertes de la liga y aumentando sus aspiraciones para llegar al Super Bowl.