En una noche apasionante en el Stade Louis II, el Mónaco se impuso 3-2 al Benfica en un partido lleno de emociones y giros inesperados. Desde el inicio, ambos equipos mostraron un gran nivel, pero fue el Mónaco quien abrió el marcador gracias a un gol de Ben Seghir. Sin embargo, el Benfica, liderado por el incansable Di María, no tardó en responder y logró igualar el partido con un tanto de Pavlidis.
El encuentro continuó con un ritmo frenético, donde el Mónaco, a pesar de quedarse con diez jugadores tras la expulsión de Singo, encontró el camino hacia el gol nuevamente con un tanto de Magassa. No obstante, el Benfica no se dio por vencido y, con un gran centro de Di María, Cabral logró anotar y mantener la esperanza de los lisboetas.
A lo largo del partido, los cambios tácticos de ambos entrenadores fueron cruciales. El Mónaco, bajo la dirección de Hütter, supo manejar la presión y mantener su ventaja, mientras que el Benfica, dirigido por Lage, luchaba por encontrar la calma necesaria para volver a la cima.
La segunda mitad estuvo marcada por la intensidad y las decisiones controvertidas, incluyendo varios goles anulados que mantuvieron a los aficionados al borde de sus asientos. A pesar de los esfuerzos del Benfica, el partido culminó con una victoria para el Mónaco, que da un paso importante hacia la clasificación en la UEFA Champions League.
La gran figura de la noche fue sin duda Di María, quien aunque no pudo conseguir la victoria, demostró su calidad y capacidad para cambiar el rumbo del partido en momentos clave. Con este triunfo, el Mónaco sigue soñando con avanzar en el torneo, mientras que el Benfica deberá reflexionar sobre su actuación para mejorar en sus próximos encuentros.