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La semana pasada fue la peor para la economía brasileña en meses. Un plan gubernamental para reducir el gasto público, muy inferior a lo esperado, generó incertidumbre y angustia en el país. El jueves, el ministro de Economía, Fernando Haddad, presentó el plan, lo que provocó una caída histórica del real, alcanzando un mínimo de 6,10 reales por dólar. Las acciones también sufrieron. El viernes, con el regreso de los mercados estadounidenses de un feriado, la situación empeoró, con el real cayendo un 1,7% antes de una leve recuperación. A pesar de esto, la moneda cerró la semana con una caída superior al 3%, la peor desde finales de 2022.
El índice bursátil Ibovespa, también experimentó una fuerte caída semanal. Los inversores están deshaciendo sus posiciones en activos brasileños debido a la creciente deuda pública. El plan de Haddad para recortar 12 mil millones de dólares en gasto público hasta 2026 se consideró insuficiente. La decisión del presidente Lula de incluir una exención de impuestos para los pobres aumentó las preocupaciones, minimizando los ahorros del paquete.
Analistas financieros expresaron su preocupación. Rafael Oliveira, de Kinea Investimentos, dijo que el paquete fiscal era la última oportunidad del gobierno para demostrar su compromiso con la estabilidad de la deuda, y que los inversores locales están perdiendo la confianza. La desconfianza en las políticas fiscales del gobierno ha impactado las expectativas de inflación, forzando al banco central a subir las tasas de interés, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos relaja su política monetaria.
El mercado anticipa un aumento de 92 puntos básicos en la tasa Selic en diciembre y otros 90 en enero. Katrina Butt, economista de AllianceBernstein, señala la sensibilidad del mercado brasileño a noticias fiscales negativas y la expectativa de una prima de riesgo más alta sin cambios estructurales. Gabriel Galipolo, futuro gobernador del banco central, expresó preocupación por las expectativas inflacionarias y la posibilidad de mantener tasas altas por más tiempo. JPMorgan proyecta que la tasa Selic alcanzará el 14,25% al final del ciclo de ajuste.
La caída de los mercados brasileños se enmarca en un contexto de desplome de activos emergentes tras la elección de Trump, anticipando tasas globales más altas y un dólar más fuerte. Sin embargo, el real destaca con una pérdida del 19% este año, el peor desempeño entre las monedas en desarrollo. Marcos de Marchi, economista jefe de Oriz Partners, critica la priorización de la agenda política sobre la fiscal, calificando la situación como una “oportunidad perdida”.