La noche del miércoles, el Estadio Nacional se llenó de fanáticos que asistieron al esperado regreso de Iron Maiden a Chile, un evento que destacó por la presencia notable de Carabineros y la energía vibrante de los asistentes. Desde su formación en 1975, Iron Maiden ha logrado establecerse como un ícono del heavy metal, cruzando generaciones y uniendo a familias en torno a su música. La multitud, vestida con camisetas de la banda, esperó ansiosamente el inicio del show.
Con su gira ‘The Future Past World Tour’, Iron Maiden presentó una mezcla de su último álbum ‘Senjutsu’ (2021) y clásicos de los años ochenta como ‘Somewhere in Time’. A pesar de dejar fuera algunos de sus temas más emblemáticos como ‘The Number of the Beast’ y ‘Run to the Hills’, el setlist fue un desafío para los fanáticos, quienes a menudo son conservadores en sus gustos musicales.
Bruce Dickinson, el carismático vocalista, demostró su maestría en el escenario, mientras que Adrian Smith y Janick Gers brillaron con sus solos de guitarra. Sin embargo, la actuación de Nicko McBrain, el baterista de 72 años, fue un recordatorio de los rigores del heavy metal. Aunque su golpe fue más suave que en años anteriores, el sonido de Iron Maiden se mantuvo más poderoso que nunca.
A lo largo de la noche, los clásicos como ‘Can I Play with Madness’ y ‘The Trooper’ hicieron vibrar al público, mientras que la intro ‘Doctor Doctor’ de UFO nunca falla en establecer el ambiente. A pesar de la falta de algunas canciones icónicas, la energía y la pasión de la banda mantuvieron a todos en pie.
Dickinson también recordó momentos históricos, como su frustrado debut en 1992, provocando risas y aplausos del público. La conexión entre la banda y sus fanáticos fue palpable, con imágenes de un concierto típico de Iron Maiden en las pantallas, mostrando a los fans eufóricos.
Sin embargo, el futuro de Iron Maiden se siente incierto con el desgaste visible de McBrain. Aunque la banda ha discutido sobre el retiro, la destreza de los otros miembros sugiere que aún tienen mucho que ofrecer. La noche fue un recordatorio de la influencia perdurable de Iron Maiden en la música y la cultura pop, consolidando su lugar en la historia del rock.